Los guardianes del sueño viven en el plano onírico y tienen una clara función: mantener el equilibrio entre planos. Ellos se preocupan porque el sustento de los entes permanezca, pero que su poder no aumente. Por ejemplo, un portal al mundo humano siempre puede desembocar en un desequilibrio de fuerzas. Además, suelen ser conservadores aunque, en ocasiones, han tenido que echar mano de otras estrategias, utilizando a humanos como recipientes para poder cerrar portales que ponían en peligro la vida de ambos mundos.